Conversaciones Conmigo: Un día de setiembre del dos mil diez
- Pero es que todo esto…
- ¿No tiene sentido? ¡Claro que sí! Amigo, amigo. Siempre te has dicho que todo pasa por algo, ¿no?
- Eso fue de pequeño…
- ¿Y? Tenías mucha razón cuando dijiste eso. Todo pasa por algo. Absolutamente todo.
- ¿Me vienes a hablar de la vida aquí? ¿En serio? ¿Ahora?
- Pues, qué mejor momento, ¿no?
- Debes estar bromeando
- Para nada, para nada, Martin.
- A todo esto, ¿quién eres tú?
- ¿Yo? Pues yo soy tú.
- No fastidies, ¿ahora estoy alucinando?
- Tranquilo, tranquilo, también es difícil para mí. Acabo de
llegar y mira donde te encuentro. Pensé que solo apreciabas la vista de tu
vecindario desde tu techo y lo que me vengo a enterar.
- Entonces, ¿estás aquí para impedirlo o algo?
- Estoy aquí para hablar. ¿Por qué quieres tomar esta
decisión, Martin?
- Vamos, ya sabes…
- De hecho, no.
- ¿En serio? Ay… A ver, ¿cómo te explico?
- Tómate tu tiempo, usa tus palabras, yo estaré aquí un buen
rato. Y recuerda: Muchas personas se dan cuenta de lo ilógicas que son muchas
cosas que están exagerando cuando le cuentan a los demás.
- ¿Qué?
- Nada, solo sigue.
- Okay. ¿Qué me sucede? Pues ya estoy harto. He pasado
demasiadas cosas y no dejo de preguntarme por qué. ¿Por qué todo esto me pasa a
mí? La verdad es que todo sería mejor si yo… si yo… Ya sabes. Eso. No puedo
seguir así, y bueno…
- Entonces… ¿por qué aparecí?
- Pues supongo que para hacerme recapacitar o algo por el
estilo.
- Vamos, vamos, yo creo que es algo más importante que el
solo evitar esto, ¿no crees? Si tan solo aparecí para esto y se acabó, pues
mañana podrías hacer lo mismo. Yo, o quizás otro yo, vuelva a aparecer, y así
sucesivamente. Hagamos que esto tenga sentido, ¿te parece? Primero da un paso
atrás.
- Ni te acerques, eh.
- Okay, okay, un paso a la vez. Con tal de que no sea uno
adelante.
- ¿En serio estás bromeando? ¿Ahora?
- Para nada, para nada. Todo esto es un tema muy serio. Bien.
Aquí vamos. Oye, ¿en serio te has puesto a pensar en cuánto ha afectado tu vida
en los demás? Eres importante para cada persona a la que has conocido.
- Claro que no.
- ¿No te acuerdas de ese mensaje de texto de hace dos años
donde te decían cuán importante eres? Quizás haya llegado recién, pero he
pasado el tiempo necesario contigo como para saber muchas cosas. Bueno,
continúo. ¿Acaso has olvidado todo lo que te han enseñado? ¿Acaso olvidaste la
decisión que tomaste hace tres años? ¿Acaso olvidas que tienes vida eterna? ¿Tirarías
todo eso al tacho?
- Bueno, yo…
- Sabes qué pasaría si lo haces, Martin. ¡El eterno crujir
de dientes! ¡Llanto eterno! No creo que quieras eso.
- Pero es que todo esto…
- ¿No tiene sentido? ¡Claro que sí! Amigo, amigo. Siempre te
has dicho que todo pasa por algo, ¿no?
- Eso fue de pequeño…
- ¿Y? Tenías mucha razón cuando dijiste eso. Todo pasa por
algo, Martin. Absolutamente todo. ¿Quieres una respuesta a tu eterno “¿por qué?”?
Pues aquí está: A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto
es, a los que conforme a su propósito fueron llamados.
- …
- Ah, ¿ya ves? Ahí está. Martin, todas las cosas que te
suceden son para la gloria de Dios, y Él tiene un gran plan contigo. ¡Un gran
propósito! Solo tienes que tomar una decisión.
- Entonces…
- Así es.
- Yo…
- Tranquilo. Ya pasó.
- Perdón.
- A mí no me lo digas.
- Sí. Bueno… Perdón.
- ¿Mejor?
- Un poco.
- Vamos, ¡ponte alegre! Y ahora ven, retrocede.
- Cierto, cierto… Hubiese sido una caída dura, eh.
- ¿Y después quién limpiaba el piso?
- No puedo creer que estés bromeando, en serio.
- Vamos, en un futuro recordarás esto con una sonrisa. Por
la decisión que acabas de tomar.
- Entonces, ¿lo que me dijiste es verdad?
- Total y completamente. ¡Romanos ocho veintiocho! Tú lo has
leído antes, sino yo no hubiese sabido.
- Gracias.
- Gracias a Dios. Y bueno, ¿este sábado vamos a la reunión
después de tiempo?
- Eh… Claro. Claro, vamos.
- Vamos… Sonríe un poco. Así es. Genial. Ahora vamos a tomar
agua. Cuidado al bajar… Hey, ¿qué pasó?
- Oye, Yo…
- Dime.
- Creo que este es el comienzo de una gran amistad.
- Y que lo digas. Qué bueno que es el comienzo y no el
final.
- Jajaja… Cierto.
- Ya, apúrate, que tengo sed.
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4 comments
setiembre es mi cumple, me sentí aludida :3
ResponderEliminarHeeeey! Qué genial! :') Busco, también, que las personas se identifiquen y que podamos aprender algo genial :) Espero que te haya gustado mucho y espera más de donde vino eso! :D
Eliminargenial amigo :) yo tmb me sentí muy identificado
ResponderEliminarCreo que sí había visto esto antes... ¿por qué no lo respondí? Bueno. ¡Gracias por leer, Hitoshi! Me ayudarías bastante si lo compartes con tus amigos o la gente que conoces :)
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